martes, 20 de diciembre de 2016

Desafió.

Cierro los ojos mientras tus manos van apoderándose de mi piel. Caricias suaves se deslizan por el pelo, las yemas apenas tocan los labios. Me vas derritiendo por centímetros. Reposando sobre la cama, tu cuerpo apretado al mío como en los buenos tiempos. Las rodillas tocándose, la punta de tu nariz absorbiéndome el cuello. Giro ofreciéndote la espalda. El tiempo se detiene, el corazón late con bríos cuando ésas manos liberan mis pechos, los que vuelves atrapar en un masaje perfecto.

Bésame. Te imploro desde un suspiro. Busco tu cuerpo ondulando las caderas hacia ti. Una mano aventurera se escapa intentando descubrir un botón, un cierre que descorrer. Yo me dejo, extasiada, envuelta en el calor de tu cuerpo, hipnotizada con el perfume del nosotros.Hambrienta, apenas separo las piernas dejando sólo el espacio necesario para que tus dedos traviesos jueguen entre los pliegues, sondeando profundidades. Muevo mis carnes contra el ser oprimido, un suspiro, tiemblas, me apretas.Soy tu dueña.
Bésame otro poco amor, te digo mientras voy bajándome los pantalones, dejando a tu vista un mínimo colaless. Mis manos busconas hurgan bajo tus ropas hasta encontrar tu sexo, lo libero… Sigo desnudándote, conquistando cada lugar con besos, acaricio con la punta la extensión de tu pecho, trazando círculos en espirales infinitos…
Dime, ¿cuánto me deseas? Te digo coqueta cuando masajeo aquellas partes. Jadeas y me provoca besarte, probar, beber tu saliva mientras mis manos se mueven al ritmo de tu carne. Sigo besándote el cuello, el pecho, devorando esa piel hermosa. Me detengo en el ombligo para lanzarte una mirada lasciva… Sé lo que quieres. Los dedos, mis dedos se pierden entre los bosques púbicos, la tensión aumenta, lo sé por tus quejidos y resoplos cuando ésta lengua puta pasea en círculos sobre la suave frutilla, la apreto, presionando arriba y abajo, deslizando mis labios expertos, siento tu sabor… 

Sigues siendo mío… Un poco más, ruegas. Te quejas, gimes, tiemblas cuando regalo unas pequeñas mordidas para que recuerdes a ésta perra quiltra. Afirmas mi nuca obligándome a seguir tu ritmo frenético, liberas mi boca sólo para regar mis senos con tu agua tibia… Soy tu dueña.

1 comentario:

  1. Te regalaría una noche buena todas las semanas.
    Quisiera muchísimo sentirte y oírte.
    Un beso enorme con mucho amor navideño.
    PG.

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