sábado, 30 de abril de 2016

Mi Amante Perfecto



Es difícil encontrar un amante

Más difícil es encontrar un BUEN amante. Los hay que tienen un cuerpo de infarto, musculado, tatuado, depilado, duro, joven; pero luego descubres que son unos amantes "normales"; no repites; otros, aunque tengan algunos kilitos (y años) de más, son unos animales en la cama. Saben donde meterla y cómo. Pero no están nunca disponibles cuando los necesitas; repites y luego desaparecen. Quiero encontrar un amante que me haga enloquecer. Que me deje agotada, que me haga sudar. Quiero un orgasmo continuo.

Un amante que no me explique su vida (no quiero saber nada de él: no me interesan sus problemas, yo no les cuento mis). Cuanto menos hable mejor. No quiero esforzarme para mantener una conversación. No quiero crear vínculos.

Pero sí quiero que me halague. Le halagaré si sea Necesario.

Quiero un amante, que se excite con Sólo una llamada mía ya se le ponga dura.

Que me folle como nadie.

Un amante, para no buscar ninguno más. Que me sacie. Que haga de cada actor una experiencia única, irrepetible, llena y satisfactoria. 

Sigo buscando ...

domingo, 24 de abril de 2016

1000 kilómetros



1000 kilómetros: la distancia que nos separa. 
La distancia que separa mi boca de tu pene y tu barba de mi clítoris. 
Son demasiados kilómetros.
Me muero por verte y por comerte tu pene.

sábado, 23 de abril de 2016

Delicioso

 

Para que buscar, para que esperar que suceda lo que mas me apetece, para que si se donde encontrarlo.

Así sin más después de mucho, mucho tiempo, muchos altibajos, algunas conversaciones, algun café compartiendo historias, con largos silencios también. 

Acabamos encontrándonos nuevamente.
No sabía como sucedería, ni siquiera tenía muy claro que quería que sucediese, pero me dejé llevar, surgió el encuentro de forma inesperada, como un impulso y todo transcurrió de la forma más natural.

Unas copas, una charla y nos alejamos de todo en la noche, por una carretera como si fuese una vez más, una de tantas.

Llegamos a su casa, al bajar del coche caminando en la oscuridad siento el aroma de los arboles, escucho el sonido de los vientos, como si el tiempo se hubiese detenido, todo estaba en el mismo lugar, las sensaciones, el pálpito, el húmedo deseo entre mis piernas.

El mismo sofá de siempre, velas, la chimenea encendida, me desnudo a medias, de pie con mis taconazos, me observa, nuestras miradas se encuentran, le observo tumbado, desnudo, relajado, se acerca, recorre mis muslos con su lengua, su cabeza entre mis nalgas, juega con sus dedos con el minúsculo tanguita, una punzada de deseo recorre mi cuerpo.


Mi culo en pompa pegado a su cara, me gusta desearle, me fascina enloquecerle, subirme a su pene, clavármela, arrancarle jadeos, sus manos asiéndome con fuerza, temblar, cabalgarle, moviéndome sexy, elegante, mi culo se mueve en círculos mientras me folla lento y profundo, me arqueo.
Mi piel, su piel, se buscan, se encuentran.

Nos besamos, nuestras lenguas copulando, me impregno de su olor, de su sabor, le como el pene despacio, me la clavo en la garganta y las lágrimas resbalan por mis mejillas mientras levanto mi mirada brillante de deseo.
Me pone a cuatro patas y se que me va a follar el culo con esa pene escandalosa que tiene, mi culo se abre, primero despacio, luego la mete hasta al fondo, me eriza la piel, me da escalofríos y me enciende a la vez, nos movemos al compás, siento sus huevos golpeando plas plas, me agarra de las caderas fuerte y se corre y me corro, tiemblo, me sacude un orgasmo intenso, cierro los ojos, jadeo, recuperando el aliento.

Un mágico equilibrio entre complicidad, pasión y lujuria.

Me desperté temprano pegada a su cuerpo, es lo que tiene el otoño es agradable estar muy juntos bajo un edredón, le escucho respirar y no puedo pensar en nada, no quiero pensar en nada.

lunes, 18 de abril de 2016

Te tengo ganas


Te tengo desde hace ya tiempo 
Te miro
Lo sabes, sabes que te deseo, me gustas. 

Algún día oiré tu voz 
Te prescribe, pícaro y eso me encanta. 
Galante 
Ardiente 
Amable 
Pasional 
Caballero 
Provocador
Morboso
Fantasioso

Me gustas ¿Te gusto? Mmmmmmmm ..... algún dial ya veremos.

sábado, 9 de abril de 2016

En la sombra de lo clandestino.




¿Por qué ocultar algo? cuando yo misma muestro mi más grande desprecio hacia la hipocresía, cuando además me divierte esta manera de comunicar aquello que he vivido personalmente envuelto con la magia del imán, esto hace que lo disfrute, incluso que mi sangre hierva y se agite, con los detalles más escabrosos que puedo llegar a inventar y tomar prestados para mis vivencias, de las cuales no me avergüenzo.
Creo que mis circunstancias particulares han formado mi carácter y quitado los velos de la clandestinidad en que se suele vivir la sexualidad y más sobre todo desde el lado femenino.
Desde muy joven me entregue al descubrimiento del placer y al deseo de conseguirlo y ahora me doy cuenta que detrás de todo ello, dentro de esa pequeña exploradora, se encontraba una santa, pese a mi carácter fuerte y rebelde.
¿Qué es ser una Santa? Quizás la forma de amor más grande.



Al diablo los buenos modales, la falsa respetabilidad y todas aquellas personas que viven con cinismo sus tristes vidas ...
Un torbellino de pensamientos, deseos obscenos, una obsesión, de ese algo indefinible que siempre hemos ocultado, el erotismo desenfrenado, la pornografía casi…
Me gusta la pornografía y amo el erotismo…

Entiendo que no es normal vivir en mi locura.

miércoles, 6 de abril de 2016

Yo, sueño mojado

Me quedé dormida pensando en los días que ya no estabas y extraño el roce de tu cuerpo sobre el mío. De repente te escuché nuevamente. “Juega” me dijiste. Me reí, no podías calentar de otra manera la situación, “¿Juega, así como un partido de damas en cama?” respondí muerta de la risa. 
Te pusiste serio y sentí tus labios buscar mi cuello. Comenzaste lento, besos mariposa sobre mi piel que se erizaba cuando tus labios la tocaban. Llegaste donde mi cuello se encuentra con mi espalda, mordiste, agarrando la piel entre tus dientes acariciándola con tu lengua. Mi risa desapareció apresurada y sentí el golpe de deseo en mi clítoris que comenzaba a latir. “Juega”dijiste nuevamente sin soltar mi piel de tu boca.

Metí mi mano entre mis calzones y mi entrepierna. Mi clítoris, increíblemente, ya sobresalía de mis labios, duro y latiente. Tienes ese poder sobre mí, desde siempre, escuchar tu voz me hace vibrar en celo.

Tomé mi clítoris entre mi índice y pulgar lo apreté suavemente, creí explotar en ese momento, pero me aguanté. Lamiste mi espalda, bajando por el centro, despertando cada vértebra en camino hasta mi pelvis. La sensación de tu lengua mojada en mi espalda se reflejaba en mi entrepierna, sentía como se abrían mis labios para dejar al descubierto mi rosado clítoris, esperando. Apreté mis dedos contra mi clítoris, hundiéndolo suavemente dentro de la piel que lo rodea. Sentí como mis jugos comenzaban a bajar, mojando toda mi vagina. Mis dedos resbalaban pero no quería soltar la presión que le daban a mi clítoris.

Tus labios, tu lengua, aún jugueteaban en la curvatura de mi espalda y así mismo mis dedos se apresuraban a jugar entre mi labia. Con mi mano derecha busqué mi pezón y de la misma manera que apretaba mi clítoris entre mis dedos, lo aprisioné y apreté hasta infligirme ese dolor gustoso que también siento cuando son tus dientes los que juegan.

Tu saliva se deslizaba sobre mi espalda haciendo un camino que lubricaba hasta mis nalgas. Mis dedos hacían sus maravillas sobre mi clítoris, yo gemía, tanto por mis caricias, como por tu boca ahora concentrada en mis nalgas.

Abriste mis nalgas y sentí tu saliva caliente bajar por mi cola, y con tu dedo suavemente la regaste humedeciendo toda el área. Metiste un dedo y sentí como gemiste, te calentaba ver como se abría. Yo la apretaba peleando con tu dedo que la quería abrir cada vez más. Mis dedos entonces encontraron el camino dentro a mi vagina y apreté con fuerza hasta sentirlos pillados dentro de ésta.

Mi orgasmo no tardó después de ésto y aprovechaste de virarme y meter toda tu cara en mi entrepierna. No habían dejado de contraerse mis músculos y tu lengua recibía todos mis jugos. Tus manos volvieron a buscar la entrada de mi cola, mientras chupabas mi clítoris, lamías y mordías mis labios. Me retorcía entre orgasmos, casi perdí el conocimiento.

“Juega” te dije excitada. Me entendiste bien. Desnudaste tu pene que apenas cubría tu calzoncillo. Halaste mi cabeza por mi cabello hacia atrás y metiste tu pene en mi boca. Lo apreté y succione. Tus testículos se contrayeron y sentí tu pene crecer más en mi boca. Lo sacaste de una aunque yo lo ansiaba más. No era lo que tú querías.

“Quiero tu cola” dijiste entre respiraciones aceleradas. Me puse en cuatro, mojé mi mano con saliva y lubriqué toda mi cola dándote el visto bueno a lo que me pedías. Miré hacia atrás y vi tu pene completamente erecto.
Paré mi cola lo más que pude, con tu mano guiaste la punta de tu pene. Mojabas con tu saliva mientras me ibas penetrando poco a poco. Entraste completo y sentía como latía la cabeza mientras tú te movías despacito. Gemías y eso me excitaba más. Sentía mi vagina completa latir y al llegar mi orgasmo. Cuando se apretó mi cola, en un orgasmo, gritaste y supe que también habías tenido tu orgasmo.

Mi entrepierna estaba completamente mojada, goteando hasta mis muslos y mojando mi cola. Mi mano apretaba aún mi clítoris que latía después de tantos orgasmos. Abrí mis ojos y reí a carcajadas, porque #lasperversas también tenemos sueños mojados.

Texto de las perversas